El blog de BUENAS IDEAS

sábado, enero 29, 2005

Mensaje de Juan Pablo II para la Cuaresma

Ofrecemos el Mensaje del Papa para la Cuaresma de 2005. Disponible en Documentación o en la página web del Vaticano.
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viernes, enero 28, 2005

¿Dónde estaba Dios el día del tsunami?

Llucià Pou Sabaté

La catástrofe del terremoto submarino lleva ya cerca de 200.000 muertos y cinco millones de personas que han perdido su casa... Es muy duro. Además, se necesitaran años para la obra de reconstrucción. ¿Por qué el mal? ¿Por qué el tsunami, tanta muerte y devastación? ¿Cómo es posible que Dios permita todo esto?, y si es bueno, ¿cómo cuida de los hombres? Si es Omnipotente ¿por qué no hace algo? Estas preguntas filosóficas son las que he oído estos días, las que se han hecho desde un niño de 10 años hasta personas de más edad.

¿Existe Dios? Mirando el orden del firmamento o la abeja que con sus patas traslada el polen para fecundar las flores, pensando en la armonía de todo lo creado, en el agua que cae en la lluvia y fecunda la tierra para ir al mar y a través de las nubes rehacer el ciclo, pensando en tanta belleza y sobre todo la maravilla del amor, la riqueza de la memoria, la sed de entender,... sí, es fácil llegar al Dios creador. Pero, ¿qué providencia permite los desastres?

Esta es la gran pregunta. Hay dos soluciones ante esta pregunta: o todo es absurdo o la vida es un misterio. Pero acogernos al misterio no significa dejar de pensar. No. También ahí se me presentan dos opciones: Dios es malo porque yo no entiendo como permitiría esto, o bien Dios es bueno y sabio, pero yo no entiendo de qué va la cosa. Es como aquella historia de un aprendiz de monje que al entrar en el convento le encargaron colaborar en tejer un tapiz. Al cabo de varios días, dijo de golpe: "no aguanto más, esto es insoportable, trabajar con un hilo amarillo tejiendo en una maraña de nudos, sin belleza alguna, ni ver nada. ¡Me voy!..." El maestro de novicios le dijo: "ten paciencia, porque ves las cosas por el lado que se trabaja, pero sólo se ve tu trabajo por el otro lado", y le llevó al otro lado de la gran estructura del andamio, y se quedó boquiabierto. Al mirar el tapiz contempló una escena bellísima: el nacimiento de Jesús, con la Virgen y el Santo Patriarca, con los pastores y los ángeles... y el hilo de oro que él había tejido, en una parte muy delicada del tapiz: la corona del niño Jesús. Y entendió que formamos parte de un designio divino, el tapiz de la historia, que se va tejiendo sin que veamos nunca por completo lo que significa lo que vemos, su lugar en el proyecto divino. No lo veremos totalmente hasta que pasemos al otro lado, cuando muramos a esta vida y pasemos a la otra.

Los Judíos y Cristianos, al ver los desastres humanos y naturales en la historia, han creído en que aquello tenía un sentido escondido; la confianza en Dios ha pasado por encima del diluvio, y la destrucción de Sodoma y Gomorra, etc. Él es siempre refugio y fortaleza: "Por ello, no tememos aunque tiembla la tierra o se derrumban los montes en el mar, aunque bramen las olas, y tiemblen los montes con su fuerza. El Señor... está con nosotros" (Salmo 45).
No somos los cristianos insensibles al sufrimiento, basta ver la respuesta de cáritas, que en España recaudó enseguida el doble de dinero en ayudas que las que prometía el gobierno. Pero no aceptamos que sea absurdo, pensamos que tiene un sentido escondido. De hecho Jesús no vino a quitar el sufrimiento, sino a llenarlo de contenido, al dejarse clavar en la cruz. Y enseñó incluso que los que lloran son bienaventurados porque serán consolados (Mt 5, 4). De manera que el mal es un problema difícil de resolver, pero ante él toda la tradición cristiana es una respuesta de afirmación de que donde la cabeza no entiende, el amor encuentra un sentido escondido cuando se ve con la fe que Dios no quiere el mal, pero deja que los acontecimientos fluyan, procurando en su providencia que todo concurra hacia el bien: todo es para bien, para los que aman a Dios. Aunque cósmicamente defectuoso, dice el Cardenal George Pell, Arzobispo de Sydney, el mundo “va hacia la perfección. Dios ha dado la libertad a sus criaturas, que puede ser usada para fines malvados, mientras que la naturaleza avanza y cambia, por el contrario, según reglas fijas. Es inexacto decir que el tsunami ha sido un acto de Dios porque no ha sido Dios quien ha provocado este desastre. Podríamos preguntarnos porque Dios no ha creado un mundo más perfecto, porque permite tanto sufrimiento. No lo sabemos. El mal continúa siendo un misterio, pero nosotros estamos llamados a combatirlo, y el mal es sólo una parte de nuestra historia”.

No es correcto ver un sentido de castigo a lo que ha pasados a esos pueblos. No, las olas no han matado caprichosamente, no han hecho ninguna distinción. Pero siempre nace en nuestro interior, junto al sin-sentido del mal que requiere una re-ordenación divina, una justicia celestial, un lugar donde vayan los justos, donde no sufran ya más. Seguía diciendo el prelado: “Para los ateos no existe una explicación. Por ellos la vida es pura fortuna, sin ningún objetivo. Sólo un Dios bueno pide y da un sentido al amor universal y puede hacer cuadrar todos los sufrimientos humanos en la próxima vida. Ahora nuestra tarea es llevar a la práctica este amor que nosotros profesamos y ofrecer ayuda a los supervivientes".
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lunes, enero 24, 2005

Las ideas de la Iglesia

Juan Manuel de Prada, publicado en ABC, 22.I.05

ESCRIBÍA Chesterton que el catolicismo es «la única religión que libera al hombre de la degradante esclavitud de ser un hijo de nuestro tiempo». Quienes acusan a la Iglesia de no acomodarse a los tiempos no entienden que ser católico consiste, precisamente, en oponerse a la mentalidad dominante, en conquistar un ámbito de fortaleza y libertad interior que, impulsado por la fe, permita nadar a contracorriente. Se repite machaconamente que la Iglesia es una enemiga de las ideas nuevas; machaconamente se la tilda de «carca», «casposa» y otras lindezas limítrofes. Un análisis serio de la Historia nos enseña, sin embargo, que los católicos se han caracterizado siempre por brindar ideas nuevas; y que, por sostener tales ideas, han padecido incomprensiones sin cuento. Cuando San Pablo, y con él las primeras comunidades de cristianos, se oponían a la esclavitud no estaban, precisamente, «acomodándose a los tiempos». Chesterton destaca que los católicos siempre han vindicado ideas nuevas «cuando eran realmente nuevas, demasiado nuevas para hallar apoyos entre las gentes de su época». Así, por ejemplo, el jesuita Francisco Suárez elaboró una lucida teoría sobre la democracia doscientos años antes de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y de la Revolución Francesa; pero, desgraciadamente, aquella teoría fue formulada con dos siglos de adelanto, en una época en que los monarcas fundaban su tiranía sobre un inexistente Derecho Divino. Los ejemplos podrían multiplicarse hasta el infinito. Cuando, en nuestros días, se caricaturiza a la Iglesia como una enemiga de las ideas nuevas se quiere decir, en realidad, que es -cito de nuevo al autor de El hombre que fue jueves- «enemiga de muchas modas influyentes y gregariamente aceptadas, muchas de las cuales se pretenden novedosas, aunque en su mayoría estén empezando a ser un pequeño fósil. La Iglesia se opone con frecuencia a las modas perecederas de este mundo; y lo hace basándose en una experiencia suficiente para saber cuán rápidamente perecen . Nueve de cada diez de las llamadas «nuevas ideas» no son sino viejos errores. La Iglesia Católica cuenta entre sus obligaciones principales con la de prevenir a la gente de incurrir otra vez en esos viejos errores No existe ningún otro caso de continuidad de la inteligencia parangonable al de la Iglesia, pues su labor ha consistido en «pensar sobre el pensamiento» durante dos mil años. De ahí que su experiencia cubra casi todas las experiencias; y, en especial, casi todos los errores.

Las palabras de Chesterton resuenan hoy con una renovada clarividencia. El error principal de nuestra época se resume en una forma deshumanizada de hedonismo que niega la intrínseca dignidad de la vida; así, se han fomentado prácticas aberrantes, como el aborto, que hoy son cobardemente aceptadas, pero que dentro de doscientos años provocarán el horror y la vergüenza de las generaciones venideras. La idea de defensa de la vida, que los apacentadores del rebaño tachan de vieja, es rabiosamente nueva; vindicarla es un modo -incómodo, por supuesto, pero por ello más excitante- de nadar a contracorriente. Naturalmente, los apacentadores del rebaño procurarán siempre soslayar el debate de las ideas, sustituyéndolo por un ofrecimiento indiscriminado de «modas influyentes» y perecederas. Frente a polémicas profilácticas con fecha de caducidad que no alcanzan el rango de verdaderas ideas, la Iglesia propone una visión humanista del sexo, encauzado por la responsabilidad y no reducido a un mero ejercicio lúdico, trivial y, a la postre, autista. Defender esta idea nueva condena a la soledad y el ostracismo; es el precio -y el premio- que acarrea liberarse de la «degradante esclavitud de ser hijos de nuestro tiempo»
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sábado, enero 22, 2005

El asunto del preservativo

Para aclararnos en todo este asunto que estos días está saliendo en los medios de comunicación: Entrevista al portavoz del Vaticano.
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miércoles, enero 19, 2005

Descodificando el Código Da Vinci

Está de moda el libro "El Código Da Vinci". Sin embargo muchos ignoran que su calidad deja mucho que desear. También algunos de los lectores de este libro se preguntan si lo que dice Brown es verdad y qué implicaciones puede tener para su fe: ¿es una mentira todo el cristianismo? Presentamos aquí un artículo que ayudará a descubrir la verdad: Descodificando el código Da Vinci.

* Versión para imprimir en Documentación .

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martes, enero 18, 2005

Sólo ellos pueden

Artículo de Juan de Dios Jerónimo, jefe de informativos de COPE Granada,
en el Anuario de la asociación de la Prensa de Granada, enero de 2005


No es ser homófobo ni reaccionario creer que son respetables y legítimas las opiniones de quienes mantienen reservas sobre el matrimonio homosexual.

La frase es de la ex ministra de la familia de Francia. La socialista Sègoléne Royal se ha atrevido a lanzar una consideración que sirve para echar por alto buena parte del argumento de quienes defienden este tipo de uniones. Me ha sorprendido a lo largo de este año oír acusaciones despiadadas contra quienes osaban cuestionar la viabilidad de los llamados “matrimonios homosexuales”. He oído muchos más ataques que argumentos.

Esperaba el pronunciamiento de alguien, el que fuera, dando luz sobre una polémica tan artificial como poco consistente.(...) Alguien que pusiera voz a los que pensamos que no se trata de frenar un derecho sino de de defender una institución (la familia) y cuestionar al mismo tiempo lo que se define como un derecho. Por eso, me ha sorprendido encontrar esta afirmación en boca de una ministra francesa y, además, socialista. Gracias a la paciencia del coordinador del anuario, he podido buscar en la hemeroteca y me he encontrado con un artículo de Antonio Burgos que me ha sorprendido. Dice así el periodista sevillano:

Está muy extendido el error de creer que toda discriminación es injusta, por el mero hecho de serlo. Esta idea es consecuencia de la obsesión por la igualdad puesta en circulación por eso que se llama la «corrección política». Pero, como digo, se trata de un error, porque la discriminación debe proscribirse, sí, salvo en una circunstancia en que es admisible e incluso, a veces, obligada: cuando el factor de diferencia sea relevante.

Antonio Burgos pone el siguiente ejemplo:

Un católico tiene perfecto derecho a ser taxista, pero habrá de ser discriminado si pretende entrar en una sinagoga a cantar la Salve: su religión es relevante para esa discriminación justa. Sería muy injusto discriminar a un enfermo de sida para ser contable en una empresa, pero sería justo impedirle trabajar en un centro hematológico, porque su infección es relevante para el contacto con sangre transfundible.

Se dice a menudo que los homosexuales no tienen libertad de casarse y de tener una vida familiar normal y que, por tanto, hay que adecuar una legislación para que ello sea posible. Pero no es cierto. No certificar no es prohibir. Tanto los gays y lesbianas como los monjes tienen plena libertad de hacer votos de fidelidad sin pedir permiso al Estado. Y concluye Antonio Burgos:

¿Es intolerancia el comprobar que la heterosexualidad tiene cierta relevancia en la institución matrimonial?”

No, no es intolerancia. Evidentemente. Además, ¿cómo podemos excluir, por ejemplo, a la poligamia u otras formas de matrimonio plural, o a las "comunas de amor libre" si vuelven a estar de moda? Incluso ¿por qué quedarnos solamente con las uniones afectivas en las que hay contacto físico aunque solo sea visual? ¿Por qué no certificar todas las amistades o uniones que la gente quiera registrar, incluso las virtuales? La aprobación estatal que tiene la familia es solamente para que logre criar bien a los hijos, no para que goce de algún estatus religioso o moral. En el caso que nos ocupa el Estado presume que las personas adultas no precisan permisos morales especiales para el ejercicio de su libertad. ¿Qué pasaría si proporcionáramos un mismo apoyo público a todas las formas de vida que algunas personas pueden encontrar emocionalmente satisfactorias? Por lo menos multiplicaríamos la injusticia de forzar a todos los que no estén de acuerdo con estas supuestas formas de vida familiar a subvencionarlas a través de sus impuestos.

En cuanto a las adopciones destacar un pequeño matiz: La adopción es un derecho del niño, no del adulto. No hace mucho el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sentenció que no hay discriminación si se niega la adopción a una pareja por el hecho de ser homosexual. La opinión de los expertos, sobre todo en los campos de la psicología y la psiquiatría, consideran mayoritariamente que un menor adoptado por gays o lesbianas puede ver "fracturada su identidad", explica textualmente Aquilino Polaino, catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense de Madrid. Según el psiquiatra Enrique Rojas,

suponiendo que la educación que reciba un niño se realice buscando lo mejor para el y no ofreciéndolo como un trofeo de las reivindicaciones de la militancia homosexual, seria complejo que se desarrollara de manera similar a un niño educado entre heterosexuales.

Me apropio la idea de la ex ministra de familia de Francia y concluyo que si se trata de mejorar un contrato civil a favor de la igualdad de derechos, sí. Si se trata de una confusión de los puntos de referencia y una provocación injustificada a las convicciones familiares y religiosas, no. Necesitamos, en definitiva, debatir con luz y taquígrafos, sin chantajes ni improvisaciones, si esta alteración del matrimonio y la adopción es justa y nos conviene a la mayoría de los españoles.

Estoy seguro de que, frente a los precipitados anuncios en los primeros meses de Legislatura, el Gobierno no hurtará a la sociedad española el debate largo que la cuestión del pretendido matrimonio entre homosexuales demanda. Y mucho ojo, por favor, con bipolarizar ese pensamiento único:

Veo que se esboza una nueva tentación biempensante, incluso un temor a ser acusado de homofobia, que podrían impedir que el debate se desarrolle honestamente. Pero se puede reprobar y combatir la homofobia y a la vez no ser favorable al matrimonio homosexual, como es mi caso.

La frase es de Lionel Jospin, primer ministro socialista de Francia… y, con toda modestia, mía.

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sábado, enero 15, 2005

Enlaces para el año de la Eucaristía

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viernes, enero 14, 2005

Manifiesto a favor de la asignatura de religión

Tomado de www.e-cristians.net, martes 21 de diciembre de 2004

Las 87 asociaciones que formamos el Pacto por la Vida y la Dignidad de las Personas afirmamos que la formación cultural religiosa y ética debe formar parte de los currículums educativos con el rango de asignatura fundamental. Esto comporta tres consecuencias irrenunciables: la primera que, ya sea desde una perspectiva confesional o aconfesional, necesariamente tiene que ser cursada por la totalidad de los alumnos; la segunda, que no puede quedar asumida "transversalmente" como parte de otras asignaturas como Historia o Sociales y la tercera que tiene que ser evaluada en igualdad de condiciones que el resto de asignaturas fundamentales.

Estas afirmaciones se justifican por cuatro razones objetivas, importantes y de diferente orden: cultural, de formación integral de la persona, de prevención y de convivencia social.

Respecto a la primera, (...) el hecho religioso no es sólo "un factor más dentro de la cultura" sino que, a lo largo de la historia ha sido un factor nuclear y causal que afecta, informa e inspira a todas las ramas de la cultura y de la civilización: desde las artes, el pensamiento y la historia hasta las costumbres y las tradiciones. Un alumno sin cultura religiosa no puede entender las culturas ni las civilizaciones porque la religión ha sido un hecho configurador fundamental en la mayoría de las culturas y civilizaciones y particularmente en la nuestra.

En cuanto a la formación integral de la persona nuestro sistema educativo no puede quedar al margen, inhibiéndose, de las preguntas fundamentales de la existencia y de las respuestas que se han dado a ellas desde la religión y el pensamiento: "el minifòrum de las culturas" que tendría que ser cada centro educativo que debe abordar estas cuestiones desde el rigor cultural, la diversidad y el respeto.

Esta formación integral de la persona es el mejor antídoto y prevención contra toda clase de sectas o grupos manipuladores que encuentran su mercado en personas que, a causa justamente de su falta de cultura religiosa, pueden ser engañadas con mensajes atractivos y simplistas pero destructivos.

Por último, la convivencia entre gente de varias culturas y religiones, tanto a nivel nacional como internacional, sería más pacífica, respetuosa y adecuada si los individuos y grupos que forman la sociedad tuvieran un mutuo conocimiento de las motivaciones religiosas que informan sus actos, costumbres y tradiciones. En este sentido, la relación que se debería dar en los centros educativos entre religión y cultura ayudaría en gran manera a evitar los radicalismos y fanatismos de cualquier clase que tan mal hacen en nuestro tiempo, tanto en las calles de los nuestros pueblos como en las relaciones internacionales. Todas y cada una de las razones antes mencionadas y brevemente explicadas nos parecen lo suficiente importantes para formular la siguiente conclusión: La asignatura de religión, fundamental y evaluable, cursada desde una vertiente confesional o aconfesional según los casos, daría respuesta adecuada a las necesidades educativas que se derivan de las consideraciones anteriores y, además, respetaría la libre decisión de los padres que sus hijos reciban la educación conforme a la suyas propias y íntimas convicciones: todos los alumnos recibirían la cultura religiosa necesaria sin que nadie se pudiera sentir ofendido o marginado.


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miércoles, enero 12, 2005

Ayuda a los países afectados por el maremoto

Hemos leído en un blog de los preferidos: Ayudas por el tsunami .
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martes, enero 11, 2005

Canal Plus pide disculpas

Puedes leer la noticia completa sobre la rectificícación de Canal Plus ante ante un programa blasfemo: Noticia.
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miércoles, enero 05, 2005

Para vivir el Año de la Eucaristía



Los cristianos (y todas las personas de buena voluntad y con fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía) estamos de suerte. El Papa Juan Pablo II nos ha regalado desde octubre de 2004 hasta octubre de este año el Año de la Eucaristía. Ofrecemos algunas sugerencias para vivir mejor esta iniciativa de Juan Pablo II que hemos encontrado en la revista Mundo Cristiano, Diciembre 2004: Para vivir el año de la Eucaristía .
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martes, enero 04, 2005

Nacimiento sin nacido

Artículo de Rafael Ordóñez en La Opinión de Málaga,
miércoles 22 de diciembre de 2004
El niño que el pasado viernes me calentaba la oreja con "sus cabellos son de oro y el peine de plata fina" fue el que me dio el timbrazo avisador de que estábamos en Navidad. Iba de la mano de su madre, de escaparate en escaparate, ajeno a todo menos a que los peces seguían y seguían en el río. Este malagueño que lleva apenas seis años en este mundo desconoce, angelito mío, la campaña sectaria y paleta que un grupito de analfabetos, con cargo público, nos quiere endilgar para que creamos que no es Navidad y que un campo de estrellas es lo mismo que un sembrado de melones. Llegan noticias de centros educativos, allende nuestras lindes, en los que han prohibido el canto de villancicos, los belenes, los ángeles, los Reyes Magos y hasta los peces en el río. La verdad es que con los tontos en España urge hacer una regularización imperiosa. (...) No podemos pasar una semana más sin hacer un censo de tontos. Porque no es lo mismo un tonto de babero que un tonto de capirote. Ni es lo mismo un tonto con certificado que un tonto iletrado. Como tampoco es igual un tonto recatado que un tonto con balcones a la calle. Este último es el tonto 10. En este apartado se encuadran los tontos con cargo público, concejales o alcaldes, que adornan y exornan sus otrora cultas ciudades con cualquier cosa imaginable que no sea una madre, un niño, un buey o una mula. Pretenden que olvidemos lo que celebramos. En algunos colegios les han dado el tocomocho navideño a los niños y les han dicho que no celebramos nada, que estamos ante un mero paisaje de invierno. Más tontos que estos no se encuentran, hay que importarlos.

Al primero que habría que catalogar es al mandril que en Londres ha ideado lo del portal de belén con las imágenes de Beckham y su mujer. De más está decir que a este microcéfalo no se le hubiera ocurrido hacer lo mismo con figuras extraídas del Corán. Faltaría más. Tonto sí, y mucho, pero suicida no. Este sujeto iría al apartado de tontos irrecuperables. Incluso se le podría dar una pensión con tal de que no volviera a rebuznar. Encabezando la sección de tontos con pronóstico fatal, podría ir el alcalde promotor de bautizos civiles. Tiene el mérito, este prenda, de haber sido el que inauguró la temporada otoño-invierno de memeces varias. Todo un mérito para adjuntar al currículo. Esto no se le ocurre a cualquiera. Parece ser que este genio ya tiene en mente celebrar una misa laica en el salón de plenos del ayuntamiento. Habrá que ir. Insuperable. En el proceso de regularización de tontos se debe reservar una sección aparte a los ya mencionados tontos agrupados. Esto es, los que van en comandita, enlazados, amarraditos todos. Es el caso de los alcaldes, concejales, arquitectos, diseñadores y demás adalides del más rancio laicismo retroprogresista que han adornado algunas ciudades españolas de manera tal que no es posible saber qué puñetas estamos celebrando. En su pretendida vanguardia no son más que pura carcunda decimonónica que camina de vuelta hacia la nada.


Decía Platón que estupidez y maldad son sinónimos. No hay duda: la imbecilidad es un arma letal. Se lo oí a un admirado profesor, una rara avis en el yermo de nuestra universidad. Suele decir este maestro que un sujeto amputado de la lógica es un animal del que defenderse. Después de dos mil años de celebración de una efeméride, la lógica nos dice que o la seguimos conmemorando o no. Pero lo que no podemos celebrar es un Nacimiento sin Nacido.


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domingo, enero 02, 2005

Una cristiana en Hollywood

Lee la noticia en este blog:

Sweet Rome

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